La reciente decisión del Consejo de Estado de retirar las curules a las concejalas Luisa Zapata y Gloria Herrera ha desatado una ola de controversia en Itagüí. Este episodio se originó a partir de una demanda que sostenía que las concejalas habían votado de manera indebida por el secretario del Concejo Municipal, lo que fue calificado por los demandantes como inapropiado.
A pesar de que el Consejo de Estado falló a favor de esta demanda, el intento de desestabilizar la coalición de gobierno encabezada por el alcalde Diego Torres resultó infructuoso. Los nuevos concejales que ocuparán los cargos vacantes pertenecen a la misma lista y mantendrán su respaldo al alcalde, lo que significa que la estructura de poder en el Concejo se mantiene intacta.
Este contexto ha suscitado críticas sobre la persistencia del machismo en la política local. Walter, concejal que se presenta como defensor de los derechos de las mujeres, ha sido acusado de llevar a cabo un ataque directo contra sus colegas concejalas. Este comportamiento, en lugar de promover la igualdad, ha sido percibido como un retroceso en la lucha por los derechos femeninos en el ámbito político.
Aunque las concejalas han perdido sus curules, el intento de debilitar el apoyo al alcalde ha sido considerado un esfuerzo fallido que no solo ha fortalecido la coalición, sino que también ha subrayado la urgencia de reflexionar sobre el respeto y la igualdad en la política. La situación actual resalta la necesidad de crear un entorno donde las voces femeninas sean valoradas y escuchadas, en lugar de ser objeto de ataques.
