En las últimas elecciones presidenciales se demostró la importancia de las emociones políticas, el deseo de cambio, la indignación, pero también los odios, las mentiras el fanatismos, la rabia, un país donde las discusiones políticas se alimentan de populismos y rencores, pocas ideas, un país donde los miedos se convierten en violencia.
Debemos recordar que Colombia es un propósito mayor que todos construimos con trabajo, ideas, amor y pidiendo a los líderes empresariales, políticos, sociales, académicos liderazgos positivos que le aporten al país lo mejor, ayudar a cuidar y mejorar la democracia.
La democracia se construye en las conversaciones con las personas que piensan diferente. Hace poco fui invitado a varias sesiones de Lideario, un programa de la universidad EAFIT, PROANTIOQUIA, COMFAMA, GRUPO ARGOS entre otros, allí varios líderes de la región a través de las conversaciones se unían en el propósito mayor de trabajar por Medellín y Antioquia sin rencores, sin divisiones, con mucha pasión en especial sumando apoyos e ideas, esa es la clave para transformar nuestra sociedad en especial en estos momentos de crispación social. Necesitamos que la pluralidad de ideas sea lo que se escuche y no el ruido de los fusiles, sea este el momento de reflexionar sobre el pasado violento de nuestro país para pedir verdad, paz y no repetición, de ahí creo que el informe final de la Comisión de la Verdad es una ruta importante para que las nuevas generaciones entiendan la importancia de resolver los problemas a través del diálogo.
Este sea el momento de hablar más de política, con argumentos, respetando las ideas de las personas que piensan diferente, los colombianos tienen que aprender a tener las conversaciones difíciles, no a través de las emociones tristes, sino, desde el amor por la pluralidad ese es el valor principal de la democracia, esa apatía política especialmente de algunos jóvenes que a través de redes sociales manifiestan odio, es la gasolina principal de los politiqueros, corruptos, populistas que utilizan los datos como un mecanismo de control, el reto como sociedad es formar en el pensamiento crítico, así, estaremos formando en el futuro desafiante, una sociedad realmente democrática y recordar que Colombia es un propósito mayor.
Redactado por: Juan Esteban García (@Grciajuanes529)